LITERATURA ESCRITA PARA SER LEÍDA





jueves, 28 de abril de 2011

Adelanto del siguiente título de Baladí: Las Hogueras Fosfóricas de Rubén Castillo



CONTRAPORTADA

Oculto tras el nick de Tristam, alguien contacta con Marge en un chat de sexo mientras su esposa duerme en la habitación de al lado. Las citas se sucederán a lo largo de las noches motivadas por el morbo, la emoción de una relación sin ataduras ni responsabilidades y la insatisfacción sexual que Tristam siente con su mujer.
Su relación virtual se convertirá en la única tabla de salvamento para combatir la soledad en la que se encuentran inmersos. Ansían que llegue la noche, el momento de conectarse al ordenador… Pero lamentablemente, como en la vida real, hay una última conversación. Tristam y Marge tendrán que aprender a afrontar sus miedos por separado.

Cuando se llora, la noche es más oscura.
Cuando se llora ya no quedan pa¬labras y el alma es un incendio.
La noche, a veces, es un idioma cruel.


Estas son las últimas frases con las que se despide una novela que condensa una gran carga de sentimientos humanos: miedo, dolor, incomprensión, soledad…

martes, 26 de abril de 2011

Beatitud en larioja.com de la mano de Diego Marín.


Aunque el ritmo de publicación en La Rioja se ha visto reducido, eso no ha supuesto que los escritores estén parados. Numerosos libros, antologías y libros recopilatorios y colectivos a nivel nacional recogen los textos de jóvenes escritores riojanos. El ejemplo más claro es el de 'Beatitud' (Ediciones Baladí, 2011), un homenaje a la Generación Beat (Keruac, Burroughs, Ginsberg...) en la que participan Sonia San Román, Pepe Pereza, Carmen Beltrán y Lucas Rodríguez. «Esto indica que la literatura en La Rioja goza de una salud excelente», afirma Sonia San Román, que reconoce que «las influencias de la Generación Beat me llegan tamizadas a través del movimiento grunge, que es el que a mí me tocó vivir en los 90. Yo soy de la Generación X, y hemos heredado cierto pesimismo, descreimiento, evasión y rechazo de los valores tradicionales», explica la escritora.
Pepe Pereza, actor que en los últimos meses está inmerso en la literatura (y que ya ha publicado un e-libro), declara que su participación con el relato 'Eligiendo un camino' «habla de un viaje improvisado que hice en mi juventud, motivado por la lectura de libros como 'En el camino' de Jack Kerouac». Los participantes de este tipo de libros colectivos que proliferan en los últimos años se repiten en muchos casos y recuerdan a otros, como es el caso de 'Hank over' o la reciente edición de 'Vinalia Trippers'. El propio Vicente Muñoz Álvarez ha reactivado este popular fanzine de los 90 y, con portada del dibujante Miguel Ángel Martín, le ha procurado una edición de lujo. En ella colaboran los riojanos Pepe Pereza, Lucas Rodríguez, Enrique Cabezón, Adriana Bañares Camacho y Sonia San Román.
Es ésta última, junto a los logroñeses Cabezón y Nuria Ruiz de Viñaspre, la que repite, de nuevo, en otro libro más. Se trata de la antología 'Puta poesía' (Luces de Gálibo, 2010), «una modesta forma de solidaridad con las prostitutas y en particular con Hetaria», colectivo al que la editorial donará la totalidad de los beneficios obtenidos por la venta de este libro. Un total de 81 poetas se incluyen en esta obra, entre ellos, Karmelo C. Iribarren y Roger Wolfe. Pero aún hay más. 'Aldea Poética V. Poesía infantil. Dadaísmo en verso' (Opera Prima, 2011), que reúne a autores como Aute, Ouka Leele y Jesús Munárriz, también cuenta con San Román y Cabezón en sus páginas, y que ya participaron en la entrega anterior, la cuarta, dedicada al sexo.
http://www.larioja.com/v/20110426/cultura/jovenes-golpean-fuerte-literatura-20110426.html

martes, 19 de abril de 2011

Beatitud en el Sillón Voltaire

In beat we trust.
Claro que sí, creemos en los beat, creemos en la buena literatura y, por supuesto, creemos en la radio de calidad, como la que hace en el Sillón Voltaire su directora y presentadora Sofía Castañón.
Os dejamos aquí el link para que escuchéis el programa en el que fueron entrevistados el antólogo y escritor Vicente Muñoz y el editor David Vicente. Se habló de la última publicación de Ediciones Baladí, Beatitud. Antología de la Beat Generation. Pero se habló en general de todo lo que tiene que ver con los beat.
http://www.ivoox.com/capitulo-17-in-beat-we-trust-audios-mp3_rf_621894_1.html

sábado, 9 de abril de 2011

La Generación Beat aúlla de nuevo


La prestiogiosa revista Leer se hace eco en su número de abril del fenómeno de la Generación Beat y de cómo vuelve a tomar repercusión mediante distintas publicaciones y películas en este año 2011. Y, como no podía ser de otro modo, resaltan nuestro último libro Beatitud. Visiones de la Beat Generation en un extensísimo reportaje de más de ocho páginas. Muy recomendable para todos los amantes de la Generación Beat y para todos aquellos que no la conozcan y quieran hacercarse por primera vez a ella.

jueves, 7 de abril de 2011

Ganadores del concurso de relatos de Beatitud. Visiones de la Beat Generation.



RELATOS GANADORES:

-En la 47 de Rubén Casado
-Pull my daisy de Víctor Marchán
-No pintamos nada de Trifón Abad

Puedes encontrarlos publicados en este blog.

Mikel Silvestre, nuestro beat más On the road


Mikel Silvestre sigue recorriendo el mundo On the road con su moto y dejándonos en forma de libros sus maravillosas experiencias. Un placer contar con un tipo como Mikel en nuestra antología Beatitud. Visiones de la Beat Generation.

lunes, 28 de marzo de 2011

Última entrega de relatos seleccionados para el concurso de Beatitud.



WOODSTOCK II

Me miró con aquellos ojos biliosos flotando en el humor amarillo que ahora inundaba sus cuencas profundas. Trató de sonreírse y me regaló una mueca. De los extremos de sus labios agrietados escaparon dos hilos de espesa saliva en burbujas malolientes. Corrí a socorrerla, la limpié lo mejor que pude y besé su frente. Inconscientemente me apoyé en su pecho, de la turgencia de otros tiempos sólo quedaba una gelatina de pellejos que cubría los costados de su caja torácica.

Fue mi amante por más de una década. Ahora moría la muerte que ella misma había elegido. Ya no quedaban defensas fisiológicas en el guiñapo de su cuerpo, el SIDA las había devorado impunemente en el silencio interno de sus células.

Descolgué la guitarra y tanteé sus cuerdas para arrancarles aquella melodía que tantas veces compartimos a la luz de las velas en noches de verano. Ella trató de acompañarme como lo hacía entonces pero sus labios resecos y agrietados se negaron. Las notas de la guitarra persiguiendo mi voz trémula, en armonía con las lágrimas que me nublaban las gafas.

Seguí arañando las cuerdas después de que ella había escapado a mejor mundo. La mueca desapareció de su rostro y la sonrisa de otros tiempos se retrató en su semblante. Dejé de tocar y la besé en los labios. Monté la guitarra a mis espaldas y sin mirar atrás, me alejé por el pasillo cargando un manojo de memorias.

Marco Antonio Peña


SUSPIRANDO

Suspirando, cogí otro cigarro. Las colillas ya se amontonaban en un irónico monumento a los minutos robados.

El whisky también bajaba alarmantemente, y las horas pasaban, lentas, riéndose en mi puta cara.

¿Qué estaba pasando? ¿por qué me pasaban a mi esas cosas? La respiración me faltaba, y hasta las paredes me parecían extrañas, como carentes de sentido, sin ese sentido que su aroma, el de ella, les daba. Nunca antes había bebido tanto whisky mezclado con lágrimas. Ni siquiera me preocuparla de apartármelas de la cara para que no cayeran al vaso. ¿Que más daba?

Y la noche seguía, negra, triste, melancólica, cómplice de nuestros secretos, nuestros mágicos y maravillosos momentos, vástagos de meses llenos de vida, acciones maravillosas, y futuros gloriosos, que lentamente se iban por el desagüe, junto con mi sangre, coagulada de tanto alcohol y de tantas pastillas.

Era curioso ver como todo se puede ir a la mierda en nada de tiempo. Como todo aquello por lo que luchamos, y luché con toda mi alma, desaparecía con el humo de mi cigarro. Tantas promesas... Sueños... Rotos. Rotos como mi corazón, que cada vez que sentía algún antiguo recuerdo o sensación donde rebosaran sus risas, las de ella, se rompía otra vez, y otra más, haciendo insoportable el dolor que ya me entumecía los brazos, esos brazos que ya quizás no volverían a abrazarla, o a acariciar su suave piel, esa piel que era toda mi vida, toda mi razón de existir. Era curioso ver como todo perdía el sentido, la vida, el día a día, hasta la más ínfima cosa me parecía grotesca y detestable, hasta levantarme cada mañana era ahora imposible...

Si al menos ella estuviera a mi lado…

Y con un suspiro, bebí otro trago de whisky combinado con lágrimas.


Luis Asenjo Robles

viernes, 25 de marzo de 2011

Reseña de Beatitud en GQ España de marzo


GQ se hace eco de Beatitud. Visiones de la Beat Generation a raíz de la película Howl que se estrenará próximamente. Una buena noticia para todos los amantes de la generación Beat y para todos los que tengan interés por acercarse a esta generación de escritores fundamental para entender la literatura contemporánea.

viernes, 11 de marzo de 2011

3ª Entrega de los textos seleccionados para el concurso de Beatitud.



ME DA QUE ESTE AGUA SUCIA NO ES LA CERVEZA QUE HE PEDIDO.

Me da que este agua sucia no es la cerveza que he pedido aunque tampoco importe demasiado. En estas condiciones prefiero concentrarme en los navajazos que Winton Kelly y Lee Morgan están lanzando al viento en busca de la mejor frase mientras me pregunto en qué fase me encuentro yo ahora. Ah, sí, ya recuerdo... el sueño de Hassan y toda esa estúpida historia de gatos que maúllan en la madrugada al olor a pescado podrido de prostitutas viejas y chulos que cojean sin un triste sombrero de ala ancha que llevarse a esas cabezas rotas de tanto pensar en nada. Así dejándome los pulmones en este solo improvisado que no es más que sucio bop en una servilleta manchada de mocos y alcohol que apesta a guerra fría. Necesito otra botella. A este paso voy a colgarme de la cornisa del tejado de un domingo cualquiera. Porque hoy es domingo sí, y Paul Chambers no debería manosear esas cuerdas intentado volverme más loco de lo que ya estoy. Siento un impulso incontrolable de golpear a alguien con esta trompeta oxidada que reclama descanso en su funda de piel gastada pero mejor le pido al camarero otra cerveza. Tengo los pantalones mojados y no se por qué. A ver si esta vez acierto a llevarme el vidrio a la boca.

M.A.Delgado

3ª entrega de los textos seleccionados para el concurso de BEATITUD.



ME DA QUE ESTA AGUA SUCIA NO ES LA CERVEZA QUE HE PEDIDO.

Me da que este agua sucia no es la cerveza que he pedido aunque tampoco importe demasiado. En estas condiciones prefiero concentrarme en los navajazos que Winton Kelly y Lee Morgan están lanzando al viento en busca de la mejor frase mientras me pregunto en qué fase me encuentro yo ahora. Ah, sí, ya recuerdo... el sueño de Hassan y toda esa estúpida historia de gatos que maúllan en la madrugada al olor a pescado podrido de prostitutas viejas y chulos que cojean sin un triste sombrero de ala ancha que llevarse a esas cabezas rotas de tanto pensar en nada. Así dejándome los pulmones en este solo improvisado que no es más que sucio bop en una servilleta manchada de mocos y alcohol que apesta a guerra fría. Necesito otra botella. A este paso voy a colgarme de la cornisa del tejado de un domingo cualquiera. Porque hoy es domingo sí, y Paul Chambers no debería manosear esas cuerdas intentado volverme más loco de lo que ya estoy. Siento un impulso incontrolable de golpear a alguien con esta trompeta oxidada que reclama descanso en su funda de piel gastada pero mejor le pido al camarero otra cerveza. Tengo los pantalones mojados y no se por qué. A ver si esta vez acierto a llevarme el vidrio a la boca.

M.A.Delgado

MARINERO DE LUCES

- Isabel Pantoja canta una canción que…
- (sorprendido) ¿Isabel Pantoja?
- SÍ, ISABEL PANTOJA, ¿QUÉ PASA?
- Nada, nada… que me ha extrañado, pero sigue…
- Isabel Pantoja canta una canción que contiene una de las metáforas más bellas para referirse a un camello: “Barco velero cargado de sueños"...

ese barco velero
cargado de sueños
cruzó la bahía

No sé a qué drogas será adicta la Pantoja, pero en esta canción nos cuenta una situación bastante habitual: el adicto queda con el camello, aunque a éste se le va la olla y lo deja tirado. Y es que está por ahí, de cañas, metiéndose rayas y cantando canciones por los bares del puerto...

olvidaste que yo
gaviota de luna
te estaba esperando
y te fuiste meciendo
en olas de plata
cantando cantando
te embrujo aquella tarde
el olor de azahar

…Y no es casual. En el prólogo de “El almuerzo desnudo” de William S. Burroughs se explicaban ya los tres principios básicos del monopolio de la droga, y el segundo de ellos dice: "Nunca des más de lo que sea necesario (hay que tener al comprador siempre hambriento y hacerlo esperar siempre)"…

marinero de luces
de sol y de sombra
de mar y de olivo
se quedo tu silencio
de rojo y arena
clavado en el mío

- Pobre Isabel… Oye, ¿tú crees que nos dejaran salir alguna vez de este sitio?
- Cállate. Déjame en paz. Y ponme la canción. Está en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=tRqlwwIP53Q

Antonio Díez

martes, 8 de marzo de 2011

Entrevista a Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín, antólogos de BEATITUD.



Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín: “la Movida fue frivolidad, celebración tras el fin del régimen (Innombrable), pero la Beat Generation fue algo más serio…”

Blanca Vázquez – laRepúblicaCultural.es

Beatitud. Visiones de la beat generation es la nueva joya de ediciones Baladí. ¿Sus responsables? Dos poetas, literatos, novelistas, editores y amantes del universo de las palabras y sus conjugaciones: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín.

Hemos hablado del libro hace un días, y con motivo del estreno de Howl (Rob Epstein & Jeffrey Friedman) el próximo 25 de marzo, película que acomete la influencia de un poeta, Allen Ginsberg y un poema, Aullido, volvemos a la influencia, la energía, la imaginación y fuerza icónica de los beats. Muñoz Álvarez y Escuín confiesan la influencia de aquellos genios desarraigados de libre albedrío que dejaron una impronta fascinante en la literatura norteamericana, (además de Ginsberg, Jack Kerouac, Neal Cassady, Charles Bukowski, Diane Di Prima, Gregory Corso, William Borroughs, etc, etc).

Ambos poetas, el leonés y el turolense se han echado al camino, recogiendo relatos (tan diversos como sus autores, e inspirados en la filosofía beat ) de la efervescente nueva cantera de escritores españoles, que todo hay que decirlo, dejan al lector con la boca abierta y con la convicción de que el mundo literario está enérgicamente vivo. Larepublicacultural se ha acercado a ambos responsables de este vibrante libro para que nos cuenten sus proyectos y sus experiencias con Beatitud.

Para empezar queremos conoceros bien. Ignacio, háblanos de Eclipsados. Vicente te toca contarnos sobre Vinalia Trippers.

Ignacio: Eclipsados es un proyecto que nace del interés por la literatura, por devolverle algo de lo que ella nos ha dado. Hemos publicado muchos libros (más de ochenta y cinco) y en todos ellos hemos disfrutado con nuestro trabajo y nuestra apuesta ha sido editar lo que nos gustaba, aquello que creíamos que aportaba algo.

Vicente: Vinalia fue en su origen un fanzine de relatos ilustrados para adultos que comenzamos a editar en 1995 en León con la idea de dar salida a un tipo de literatura subterránea, alternativa y políticamente incorrecta que no solía encontrar hueco en publicaciones de corte oficial, pese a la calidad indiscutible de sus propuestas. Conocíamos ya de aquellas a un montón de escritores de talento ninguneados por el sistema y el canon, y nos propusimos crear para ellos una plataforma de expresión al tono, con una estética pulp y underground, fusionando la literatura con otras ramas paralelas, como el cómic y la ilustración, la música, el cine independiente, etc. Sacamos nueve números del fanzine y cinco libros de bolsillo entre los años 1995 a 2001 y regresamos en el 2007 con un libro homenaje, “Tripulantes: Nuevas Aventuras de Vinalia Trippers”, que coordiné con David González para la editorial Eclipsados. El año pasado editamos otro número con formato de libro, “Plan 9 del Espacio Exterior”, y un suplemento de poemas dedicado al malogrado escritor argentino Raúl Núñez. Y ahora estamos a punto de editar el número 11, que llevará por título “Trippers from the Crypt”. Por decirlo de algún modo, Vinalia ha sido el germen de muchos otros proyectos en los que he trabajado estos últimos años, antologías como “Golpes”: “Ficciones de la crueldad social” (que coordiné con Eloy Fernández Porta), Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski (con Patxi Irurzun) o “23 Pandoras: Poesía alternativa española”, además, claro, de Beatitud. Fue, en suma, un punto de encuentro para diversos creadores, que nos ha servido de ensayo y cantera para lo que ha ido viniendo después.

¿No parece difícil, fuera de tiempo, eso de ser poeta en el siglo de las redes virtuales?

Ignacio: Ser poeta siempre ha sido igual de complicado, y por otro lado no se trata de que lo sea o no, es decir, se trata finalmente de hacer poesía alejados, en la medida de lo posible, de las dificultades extras, bastante difícil es de por sí hacer poesía.

Vicente: La poesía nunca ha sido fácil, ni antes, ni ahora, ni lo será después tampoco. Es una apuesta minoritaria y difícil, pero el que la lleva dentro de algún modo la hará salir. Por otro lado, y aunque parezca mentira, las redes virtuales han democratizado de algún modo la poesía, al permitir a los escritores publicar sin la mediación de editores, mediante blogs y webs, etc.

Habéis hecho resurgir de sus cenizas a la Beat Generation, algo que hoy día es como un huracán de aire fresco entre tanta corrección e hipocresía política. ¿Cómo se os ocurrió escribir y reunir (con tantos autores fuera de lo común) estos pequeños relatos inspirados en aquellos rebeldes con o sin causa: Kerouac, Ginsberg, Cassady, Burroughs, Corso, Di Prima…¿y cómo habéis convencido a Ediciones Baladí para acercárnoslo?

Ignacio: Desde que conocí a Vicente Muñoz Álvarez sentí que acabaríamos trabajando en un proyecto como este. Él me transmitió esa esencia beat y era inevitable que tarde o temprano nos pusiéramos manos a la obra con este proyecto. Es un libro necesario. Todos los colaboradores han entendido esto y eso es muy importante.

Vicente: Bueno, Nacho y yo llevábamos ya tiempo dando vueltas a este proyecto. Hablamos de ello en las presentaciones de Tripulantes, y desde entonces hemos estado perfilando la idea hasta tener el libro listo. Nos parecía que una antología así, en momentos de falta de imaginación y espíritu como los presentes, era algo necesario y que de algún modo lograría conectar con un sector alternativo de la sociedad. Baladí se entusiasmó inmediatamente con la propuesta en cuanto les enviamos el libro, no hubo que convencerles de nada. Como nosotros, David y Nacho, los editores, son lectores y amantes de la cultura beat, y la idea de publicar este libro les sedujo al instante. Entre todos, autores, editores y antólogos, hemos formando un buen equipo. Y eso, las buenas vibraciones, se pueden palpar en el contenido y forma de Beatitud.

Quizá consigáis trasladar de las librerías de viejo a la Fnac las obras de este grupo de genios que tanto ha inspirado a otros muchos. ¡Vaya responsabilidad!

Ignacio: Y vaya alegría si lo consiguiéramos. Los beat siempre han estado entre nosotros, pero es cierto que un empujoncito para que vuelvan a las librerías (no habituales) sería todo un éxito.

Vicente: Ojalá fuera así, sería estupendo. De hecho, cuando yo comencé a leer a los beat, a finales de los 80, era en las librerías de viejo donde había que ir a buscarles, salvo algunos títulos muy concretos, como On the road. Ojalá este libro y nuestro homenaje aporten un granito de arena a la causa beat.

Beatitud. Visiones de la beat generation aúna un ecléctico grupo de relatos, cada uno hijo de su autor. 32 relatos, 33 beats, ¿dónde se ha escondido tú relato, Ignacio? Vicente, (Beatitud en Lisboa), ¿experiencias personales en tu aportación?

Ignacio: Mi relato es mi texto de presentación. Lo hablé con Vicente y decidí no hacer un texto forzado, además creo que el libro ha quedado estupendo tal y como está. Hubiera sido diferente en otras circunstancias, pero la vida, a veces, no nos deja demasiado espacio y hay que ser honesto con la literatura siempre. Si no hay tiempo no lo hay, y soy muy feliz con este libro tal y como es.

Vicente: Yo aporté ese relato a la antología como broche final, cerrando el libro, porque me apetecía hablar del movimiento y la mística beat, la terapia del camino y la evasión de lo prosaico mediante la carretera, que es en esencia lo que aborda mi cuento, titulado como la antología, Beatitud, y centrado en Lisboa, una ciudad cosmopolita y evocadora como pocas con la que personalmente me siento en deuda.

¿Qué hay de los beats españoles? podemos decir que La Movida fue nuestro fenómeno cultural equiparable a la beatitud de estos chicos norteamericanos de la ruta 66?

Ignacio: En algunas cosas sí, pero en otras me quedo con las generaciones posteriores de beats, como la de Vicente Muñoz. Hubo también beats anteriores como Miguel Labordeta y parte del grupo Niké en Zaragoza, supervivientes de la felicidad y la libertad en un periodo en el que estas dos cosas eran casi imposibles.

Vicente: Sinceramente, no veo demasiados paralelismos entre una y otra. Sí, quizás, en el transfondo de renovación artística y social, de rebelión contra el sistema, pero no en cuanto a estética y fondo. La Movida (sin menosprecio de las obras que alumbró) fue básicamente frivolidad, celebración tras el fin del régimen (Innombrable), pero la Beat Generation fue muchas más cosas, algo más serio y espiritual, filosófico y existencial, místico y revelador…

Nos parece ideal leer Beatitud con los acordes de The Doors como fondo. La influencia de los Beats en la música es infinita: Bob Dilan, Patti Smith, Tom Waits, el jazz, Loo Reed, Nirvana… Ya que sois los padres del proyecto, os voy a pedir un capricho, ¿qué música le pondríais a…? pongamos algunos de los relatos a voleo, sin desmerecer ninguno de los 32

Ignacio: Las cenizas de Allen Ginsberg (Uberto Stabile), Pi (Almudena Vidorreta), La india o el miedo (Ana Pérez Cañamares), Huellas en el polvo (David González), La compañía de finanzas amistosas (Eloy Fernández Porta).
A Pi le pega la Velvet Underground, quizá esa versión de sweet Jane estupenda. Al texto de Eloy algo más conceptual, al de David algo beat “rabioso” y al de Uberto Stabile la melodía más beat que puedas encontrar, es absolutamente beat.

Vicente: Three´s a crowd (Eduardo Almiñana), Jack, tenemos que hablar (Inma Luna), On the (Soviet) road (Miquel Silvestre), Dharma Thief (Lucas Rodríguez), Con unos tíos cualesquiera (Safrika).
Uffff… una pregunta difícil, sin duda… A ver, para Three´s a crowd, Tom Waits, por ejemplo, quizás Rain Dogs. Para Jack, tenemos que hablar, algo de Nina Simone. Para On the (Soviet) road, Born to be Wild, de Steppenwolf (Miquel es, además de un excelente escritor, un motero empedernido). Para Dharma Thief, un fondo rápido de didgeridoo (el instrumento que toca Lucas) y para el relato de Safrika, Hot Generation, de las Pandoras.

On the Road de Jack Kerouac es el epicentro de todo el movimiento. King of the Beats. Tanta es su influencia que el cine también le debe mucho a través de todas las road movies. Debería de ser un libro obligatoria en los colegios como lo es El Quijote, el cual también habla de salir al camino, aunque con otro lenguaje

Ignacio: Creo que debería ser un libro “recomendado”. El concepto obligatorio no va con este libro. Con muchos tampoco va y llevan esa etiqueta. La lectura es importante, pero este es un libro al que los lectores jóvenes han de llegar por la sugerencia de otros, de los libros beats, de otras lecturas cruzadas. Pero sería todo un honor que nos leyesen los jóvenes, que este libro les ayudara a querer más los libros, otros libros, todos los libros.

Vicente: Está bien tu comparación, salvando las distancias. Cervantes, a su manera, fue también un beat revolucionario, y El Quijote una auténtica road movie a la española, estoy de acuerdo. Y claro que debería leerse On the road en los colegios… Conectaría con los jóvenes lectores mejor que cualquier libro de los que habitualmente les recomiendan, estoy seguro. Y lo digo por propia experiencia…

En la España de la transición tuvimos nuestras rutas, la ruta del Bakalao o ruta Destroy de la que habla Mario Crespo en su relato Ruta 23, pero parece que dejó la estela de algo más descerebrado

Ignacio: Como todas las rupturas tras un periodo de gran estancamiento se producen algunos efectos que pueden no ser tan interesantes. Pero todos los caminos y sendas marcadas por la libertad lo son, así que lo ideal (y lo más beat) es que cada uno pueda hacer su camino, pase este por lugares más cabales o más descerebrados, lo importante es poder elegir—crecer—soñar en el camino.

Vicente: Ah, esas drogas de diseño… cuánto daño han hecho… y lo que nos queda por ver aún… Cerebros destruidos, que dirían los Eskorbuto…

Drogas, libertad sexual, misticismo, pacifismo, poetas un tanto turbados sin casa ni paradero fijo, rebelarse contra las normas del sistema, beats que tienen que “morir jóvenes o mueren ridículos” (Miquel Silvestre). Se me hace difícil ver a los jóvenes de hoy, demasiado preocupados por la crisis económica o los efectos de la globalización, la ecología, dejarse llevar así.

Ignacio: Los jóvenes de hoy son estupendos, libres, muy libres. Quizá la sociedad sea el problema. Yo no tengo una visión fatalista de la juventud, me parecen maravillosos. Quizá esta globalización “americana” sea más responsable de algunas cosas de lo que algunos quieren hacer ver. Quizá el problema sea que todas las sociedades se comportan como una sola basándose en unos valores poco recomendables.

Vicente: Bueno, muchos relatos del libro, hay que tenerlo en cuenta, retratan a un sector minoritario e incluso marginal de la sociedad, para el cual las normas de la mayoría, por decirlo de algún modo, no son las que rigen sus vidas… También en los años 50 primaban los mismos problemas que mencionas, o semejantes, y los beat miraban hacia otro lado, precisamente hacia el misticismo, el pacifismo, la insumisión, etc.

Cuando leía Beatitud me venía a la mente un libro muy beato también, “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño. ¿Qué narrativa actual os parece Beat hasta la médula?

Ignacio: Ya lo he dicho, Vicente quizá sea mi Beat preferido, pero también lo son aquellos que luchan por sus ideales dejándoselo todo en el camino (como Sergio Gaspar, por ejemplo).

Vicente: La de Sam Shepard, por ejemplo, uno de los herederos más brillantes de los beat. O la de Bolaño, como bien dices. O, centrándonos en nuestro país y en Beatitud, la de Miquel Silvestre, escrita literalmente on the road, o la de Carla Badillo, amiga de los beats de Frisco, o la de David González, visceral e insurgente, o la de Uberto Stabile, por citar algún ejemplo.

Pertenecéis a generaciones diferentes pero no muy alejadas (Vicente del 66 e Ignacio del 81). Diferencias que veo también entre los escritores y escritoras que participan en el volumen, desde 1954 (Sergio Gaspar) a 1987 (Eduardo Almiñana de Cózar). ¿Esto ha supuesto algún escollo para vuestra visión del proyecto?

Ignacio: Ninguno, la verdad es que ha sido una suerte que Vicente conozca tan bien a los escritores de su generación y yo intente conocer tan bien a los de la mía. Nos gusta leer, nos gusta leerlo todo, leerlos a todos y conocerlos.

Vicente: Más bien al contrario, nos ha permitido comprobar la recepción del fenómeno beat en casi tres generaciones de escritores españoles, que era una de las premisas de este libro. Y ha hecho el conjunto más variado y apetecible.

Ignacio, diriges encuentros de poesía en la Universidad de Zaragoza, y has publicado seis obras poéticas, la última Habrá una vez un hombre libre, 2009.
Vicente, has publicado poemas, relatos, novela, la última Mi vida en la penumbra, y ensayo, El tiempo de los asesinos. ¿Algún otro libro en curso, planes de futuro? ¿Como veis el panorama literario y editorial español, plagado por un lado de muchos best-sellers de fácil digestión?


Ignacio: Siempre hay un próximo libro en la mente, vivimos de eso, de nuestro deseo literario. Sin ese sueño no hay literatura, luego no ha vida. El panorama literario es rico, permite todas las posibilidades y me niego a no verlo de una forma optimista. Cada vez que dudo aparecen sellos como Baladí que me hacer recordar que esto es una fiesta, la de los libros, y que formamos parte de ella y somos felices.

Vicente: Yo estoy rematando mi nuevo poemario, Animales Perdidos, que entregaré muy pronto a imprenta. Y en vías de publicar un ensayo sobre cult movies, donde abordo otra de mis grandes pasiones, el cine independiente y de autor. Y preparando, como ya mencioné, el nuevo número de Vinalia Trippers, dedicado a la literatura pulp de horror. Respecto a tu segunda pregunta, bueno, es cierto lo que comentas, y triste también, pero también es cierto que hay cada vez una mayor efervescencia de pequeñas editoriales que apuestan por autores nuevos, y una infraestructura de blogs y espacios para publicar en la red de lo más variopinta y prometedora. De nuevo, las ventajas de la blogsfera
.
Y por último ¿os habéis manchado los dedos alguna vez de Nocilla?

Ignacio: Digamos que más de una vez, y ahora se ha convertido en una costumbre los domingos por la mañana de lo más divertida. Fuera de bromas, sí, y lo volvería a hacer, claro.

Vicente: Jajaja… Para merendar algunas veces, como tentempié… Bromas aparte, como en todos los movimientos, hay en el que mencionas cosas más y menos valiosas, y de las buenas siempre se puede sacar provecho, dejando a un lado los complejos y modas.

http://www.larepublicacultural.es/article3947.html

miércoles, 2 de marzo de 2011

2ª Entrega de los textos seleccionados para el concurso de Beatitud.



SIMBIÓTICA

Me abrazo a él y me acuna, con su pecho retumbando en mis oídos, hasta caer como ruinas muertas. Hasta el amanecer. Entonces me mira y finjo que aún duermo. Ya no me acaricia ni me besa en los labios. Rehuye mi aliento séptico. El hombre que ha dormido a mi lado, se levanta de la cama con la boca pastosa, con el pene fláccido. Abre el grifo de la ducha. Oigo su tos, sus arcadas. Mi cerebro es una esponja que me oprime las paredes del cráneo. Mi estómago una cloaca. Mi sexo un animal disecado. Me aprieto los ojos con las manos. Los hundo en sus cuencas hasta hacerme daño.
No sé cómo se llama el hombre que ha dormido a mi lado. No se lo pregunté y él tampoco me lo dijo. No es guapo, ni sexy, ni tiene un cuerpo de estatua griega, esos son caprichos de gourmet. Me gustó porque bebía solo y fumaba tabaco negro.
¿Me invitas a una copa? - le dije.
Compartimos una botella. Y luego otra. Un beso en un callejón sin luces, una pensión de paredes desconchadas y un catre con olor a peces muertos. No hubo sexo. Sólo caricias torpes y un abrazo a medianoche. El hombre que ha dormido a mi lado, sale de la habitación sin despedirse, arrastrando los pies como un zombi. Vomito sobre la almohada. Crujo como una hoja seca. Cuando huimos de la soledad, lo peor es la resaca.

Andrés Portillo

NO PINTAMOS NADA

Frank era como el momento de incertidumbre en el que llegamos tarde a algún sitio y no sabemos si correr o no para coger el metro. Quizá acelerando el paso lo alcanzamos justo cuando cierra las puertas, y logramos ingresar en él de perfil sobre el pitido agónico. Pero quizá correr nos sirve sólo para verle escapar por el túnel, y, para eso, mejor ahorrarnos el esfuerzo. Esa duda era Frank.
Cuando le fotografié llevaba barba de una semana, gafas de pasta con el puente pegado con celo, su bata roída y salpicada de los mil colores que le faltaban cada día. El cuadro exacto, verídico, compuesto únicamente de una bombilla perfecta y centrada que irradia un círculo de luz a su alrededor, tan real que dan ganas de poner la palma debajo para buscar la sombra de la mano. Él: un maremoto siempre a punto de arrasar, buscando permanentemente el epicentro entre los raíles de sienes por donde circulaba su sensatez, a trompicones, descarrilándose y volviendo a su sitio otra vez. La obra: quieta, paciente, circunspecta, fiel como una fotografía, llena de trazos minúsculos en los que los nervios de Frank se iban plasmando en una ósmosis de ánimo y antidepresivos.
No hubo funeral para Frank. Ningún periódico ni revista literaria rescató su recuerdo necrológico. Aquel miércoles sólo un haz de luz entró a buscarle por la ventana, como cada día. Y no le hallamos muy cambiado.


Trifón Abad

miércoles, 23 de febrero de 2011

Presentación Beatitud. Visiones de la Beat Generation en Madrid

El viernes 25 de febrero a las 19:00 h en la librería Casa del Libro de c/Hermosilla, 21 presentaremos Beatitud. Visiones de la Beat Generation. Contaremos con muchos de los autores que han participado en el libro, que leeran alguno de sus textos y con los antólogos Vicente Muñoz y Nacho Escuín.
Os esperamos a todos los amantes de la generación Beat y, por supuesto, de la buena literatura.

lunes, 21 de febrero de 2011

Pura literatura: Reseña de Beatitud en La República Cultural


Beatitud, visiones de la Beat Generation
Dosis de pura literatura

Blanca Vázquez - laRepúblicaCultural.es

Lo atractivo de las jóvenes editoriales es que discurren al margen de modas, o quizá nos atrevemos a decir que las modas las inauguran ellas, al ir por libre y destapar corrientes o literaturas que han degustado y calificado como de interés artístico. Es decir que pasan de populismos que no hacen más que ensuciar la cultura real, que no siempre es fácil, ni tiene porqué ser fácil. Ediciones Baladí lleva ya algún tiempo sorprendiéndonos, por eso apostamos por ellos.

Su última novedad no puede ser más peculiar y revisionista, acercarse a la Generación Beat con Beatitud, visiones de la Beat Generation, compilada y editada por Vicente Muñoz Álvarez, poeta y escritor e Ignacio Escuín, escritor y director de la editorial Eclipsados. Volumen formado por 32 relatos referentes, de una manera u otra, a los Beats y todo lo que significaron en el arte y el comportamiento, convertidos en un fenómeno cultural que arranca con Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs, Neal Cassady, Gregory Corso, Diane Di Prima…adscritos y firmantes de un pensamiento oriental, hippy, meditativo, místico y comunal. Surgidos en una década, los cincuenta, en la que los valores clásicos estadounidenses ahogaban la libertad y la creación de mentes efervescentes como ellos.

¿Ha influido este legado de escritores y sus lecturas en las últimas generaciones de narradores españoles? Así lo creen Muñoz Álvarez y Escuín que se han hecho la ruta on the road para recoger en su camino a los poetas y escritores con más potencial de nuestro panorama. Una deuda estética e incluso vital que nos deja sin palabras, todo hay que decirlo. Once mujeres y veintiún hombres, todos con un historial narrativo y poético bastante repleto y en muchos casos vanguardista y experimental, componen este discurrir de relatos cortos, en los que el lector oscila entre una prosa tersa, sólida, hábilmente elaborada, a una prosa juguetona, abstracta, “colocada”, y otras proezas más personales, que despiertan menos entusiasmo. En todo caso todas conforman un paisaje en el que todos los caminos conducen a Jack Kerouac y los poetas beats, como afirma Uberto Stabile en su soberbio relato, Las cenizas de Allen Ginsberg: “Bob Dylan fotografíado junto a la tumba de Kerouac, Patti Smith proclamándose hija política de William S. Burroughs, Wim Wenders rindiéndole homenaje En el curso del tiempo, Tom Waits reconociendo ser una consecuencia de las lecturas de Jack. El resurgir del zen y los movimientos pacifistas y ecologistas, y la defensa de los aborígenes y las culturas indígenas en total consonancia con la filosofía de Snyder, Ed Sanders y otros beatniks. La libertad sexual, la liberación de las llamadas «drogas blandas» y la denuncia del nuevo orden mundial, todo ello ya presente en los textos de Allen Ginsberg. El espíritu de Leroi Jones explícito y vivo en el rap más radical. Y más y más conexiones y gustos coincidentes: Jean Genet, Paul Bowles (inquietante el relato Cabeza de gardenia de Carmen Camacho referente a Jane Auer Bowles), el haikú, Phillip Glass, la escritura río, el jazz, Cortazar, Frank Zappa, Lou Reed, Marian Faithful, Truman Capote…”.

Un descubrimiento gratificante para el lector este grupo de narradores poco iluminados por los grandes medios, pero quizá ellos lo prefieran así para ser más auténticos, más verdaderos. Viajamos entre relatos que mentan la serie Los Simpson (Ned Flanders en concreto), conducidos por la pluma de Patxi Irurzun; traza juegos temporales Ana Pérez Cañamares en La India o el miedo; homenajean al último beat, (Gregory Corso) en la escritura de José Ángel Barrueco; asoma un aire de coleguilla y porrillo con David González en Huellas en el polvo; o ese aroma surrealista de Pi, por Almudena Vidorreta; notable como pocos el de Eduardo Almiñana, Three´s a Crowd; mezcla de ensayo y relato personal el de Ruta 23 de Mario Crespo; Filosófico pero caótico David Mardaras con Dios; más convencional Pepe Pereza en Eligiendo camino; o sublime, fantástico, divertido y genialmente hipnótico Miquel Silvestre con On the (Soviet) Road. Pocas veces nos hemos reído tanto con un relato. Muy trabajado pero algo espeso en su resultado final Eloy Fernández Porta confiere a La compañía de finanzas amistosas un magma de efecto LSD, lo cual tiene su gracia, dependiendo el día que tenga el lector.

Agridulce indagación a ritmo de beatifica literatura. Nos ha encantado esta propuesta de Baladí, por la que sin duda nos jugamos los cuartos en esta mezcla de frivolidad, filosofía, recordatorio, ficción, ideas, alucinaciones y lenguaje a buen ritmo. Todo un travel-writers.

http://www.larepublicacultural.es/article3886.html

Título original: Beatitud, visiones de la Beat Generation
Autor: VVAA
Edición literaria: Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín
Editorial: Ediciones Baladí S.L.L.
Páginas: 357
Diseño cubierta: Julio Reija
ISBN: 978-84-937661-8-4
Precio: 20€

Presentación en Madrid

Fecha: el Viernes 25 de febrero de 2011
Horario: a las 19:00h
Lugar: Casa del Libro - C/Hermosilla, 21 (Madrid)Intervendrán:
Vicente Muñoz Álvarez (antólogo)
Ignacio Escuín Borao (antólogo)
David Vicente (editor)
& varios autores del libro

viernes, 18 de febrero de 2011

Textos seleccionados para el concurso: Beatitud.Visiones de la Beat Generation


PULL MY DAISY
Suena David Amram mientras aporreo el teclado. Hoy las palabras no terminan de salir y las frases se esparcen densamente sobre el papel.
Y es que no me encuentro bien; lo achaco al almuerzo de esta mañana.
Si quieres un consejo: no dejes nunca entrar a Burroughs en tu cocina, lo dejará todo patas arriba y tendrás ardor de estómago al menos durante dos semanas. Aún no sé bien cómo me dio por abrirle cuando llamó a mi puerta una noche, de madrugada, vestido con un ajado traje manchado de barro y una raída maleta por todo equipaje. Pero era el amigo de un amigo, no podía dejarle en la calle. Ahora vive bajo mi fregadero y sólo sale de ahí para pedirme tabaco o cuando huele a café recién hecho.
No le cobro alquiler.
Me aparto del teclado un instante, el justo para encender un cigarro y darle una primera calada que inunde mis pulmones. Releo lo escrito y el humo que expulso se me antoja menos denso que el texto.
Es entonces cuando, a mi espada, oigo reír a Bukowski. Desheredado de su propia generación (llegó tarde por tomar una última copa), también terminó aquí. Aunque él no llamó a la puerta y, directamente, se coló por una ventana.
«Así que quieres ser escritor, ¿eh?», me pregunta con sarcasmo.
Y me planteo mandarlo a pasar una temporada junto a Burroughs, bajo el fregadero. Pero no puedo; él llegó antes… y tiene sus privilegios.

Víctor Marchán.


EN EL 47
Me encontraba en algún punto de la carretera que cruza North Platte. Estaba en la cuneta, dedo en alto, cuando una camioneta frenó violentamente y se detuvo a mi altura. Un grupo de hombres se hacinaban en la parte trasera del vehículo, vistos solo por la luz tintineante de sus sucios ojos. Me hice sitio y enseguida me pasaron una botella. La noche era clara y gigantesca. Di un trago y ofrecí el vidrio al tipo que estaba frente a mí. Tuve que llamarle la atención un par de veces. Parecía estar teniendo una visión, por lo concentrado que andaba en el paisaje. Su cara resplandecía, serena, como si de un momento a otro fuese a romper a llorar de emoción. Le pregunté cómo se llamaba. Jack, dijo. ¿Y a dónde vas, Jack? A Denver. Ohh a Denver, pensé. Así transcurrió el viaje, trago sobre trago, en silencio, solo roto de cuando en cuando por una tonadilla sureña cantada a capella por algún jornalero ebrio. Cuando ya despuntaba la mañana me apeé en mi destino, junto a otros que iban a trabajar las mismas tierras. El resto de la diligencia siguió adelante, con Jack acurrucado en la trasera mirando con fascinación el espectacular crepúsculo del Estado de Wyoming. Años más tarde lo vi en televisión, en una entrevista, visiblemente ebrio. Era él, sin duda, los mismos ojos, la misma mirada inteligente, el mismo semblante, pero más triste que entonces. ¡Ese es Jack! Le dije a mi hijo. Si papá, Sal Paradise. ¿Qué Sal Paradise? ¡Jack, Jack! Viajé con él. ¡Qué viajaste con Jack Kerouac! ¿Cuándo? En el 47, en el camino.

Rubén Casado.

martes, 15 de febrero de 2011

Concurso Beatitud. Visiones de la Beat Generation

Como ya sabes, el libro homenaje a la generación Beat, Beatitud. Visiones de la Beat Generation, ya se encuentra en las librerías.
Queremos que también tú nos aportes tu particular visión de la generación Beat. Envíanos para ello un microrrelato de no más de 250 palabras que de un modo o de otro refleje tu experiencia con la Beat Generation. Cuéntanos lo que quieras y bajo la fórmula que tú quieras.
Iremos colgando cada día tanto en el blog de la editorial (http://edicionesbaladi.blogspot.com/) como en el blog: http://beatitudvisionesdelageneracinbeat.blogspot.com/ los mejores textos.
El 15 de marzo elegiremos entre todos los seleccionados los 3 ganadores y les haremos llegar un lote de 5 libros de Ediciones Baladí.
Participa y cuéntanos lo que quieras sobre la Beat Genaration. Envíanos tu texto a info@edicionesbaladi.com

32 Fragmentos de los relatos de BEATITUD, seleccionados por David González.




BEATIFICACIONES / CARLA BADILLO CORONADO:

; crucé el desierto de Sonora; me bañe a orillas del Río Grande; me interné en los territorios indígenaas de Nuevo México, participé en ceremonias de peyote -siendo la única extranjera-; dormí al interior de tepees, al pie de lagos y quebradas; amanecí entre venados y búfalos en Colorado, dancé junto a lakotas, apaches y navajos, y me perdí entre los pueblos fantasmas del Lejano Oeste. En el camino escuché disparos y los gritos de Billy the Kid, y recordé fragmentos de otros aventureros como Jack Kerouac, quien junto a Neal Cassady recorrió el país de costa a costa hace más de medio siglo. Así avancé por la Ruta 66, derechito a San Francisco, sola y bajo un cielo en llamas, "atravesando América, en la línea divisoria entre el Este de mi juventud y el Oeste de mi futuro".


MI PADRE, LOS LIBROS RENO, RED FLANDERS y LOS BEATS, TODOS EN LA MISMA FRASE / PATXI IRURZUN:

A mi padre, contaban, los abuelos lo mandaron a estudiar a Pamplona siendo un niño; no era un mal estudiante, pero sí algo díscolo. En una ocasión lo castigaron encerrándolo en un aula, de la que él escapó por la ventana. Como le daba apuro regresar a casa de los tíos con quienes vivía, decidió volver a pie a su pueblo, que estaba a unos cuarenta kilómetros de la capital. En cuanto lo echaron en faltta, en Pamplona, la Guardia Civil salió a buscarlo. Mi padre, según él mismo relató, se escondía en las cunetas, cuando veía acercarse a los guardias. Estuvo así, caminando y agazapándose, durante toda la noche, pero consiguió llegar a la mañana siguiente a su pueblo, sano y salvo.


LA INDIA O EL MIEDO / ANA PÉREZ CAÑAMARES:

Leo En el camino tumbada sobre la cama y cada dos o tres páginas paro para matar a una de las pulgas que la ha tomado con mis tobillos. A la ingles no le dan miedo los bichos y cada vez que alquilamos una habitación la mandamos de avanzadilla, y durante un buen rato Susana y yo esperamos fuera, mientras escuchamos el ruido de su zapato masacrando la fauna del lugar. Luego entramos como soldados cobardes y recogemos los cadáveres negros y peludos, desparramados por los rincones. La inglesa ya nos mira desde la cama, liándose un porro, y se ríe de nuestras muecas de asco; pero siempre hay un bicho que ha escapado de la matanza y que se presenta cuando menos lo esperas,


EL ÚLTIMO BEAT / JOAQUÍN JUAN PENALVA:

Fue en 1947, con diecisiete años, cuando me convertí en escritor, por eso le dediqué Gasolina a mis compañeros de celda, "a los ángeles de la cárcel de Clinton, que en mi décimo séptimo año me entregaron, desde todas las celdas que me rodeaban, libros llenos de luz". Venían los libros de todas las celdas, y después supe que todos esos volúmenes habían sido de un antiguo huésped, Charles "Lucky" Luciano, cuya suite ocupaba yo entonces. "Lucky". Luciano fue uno de los últimos grandes gángsters y mi mejor maestro. Mientras estuvo preso, siguió dirigiendo todos sus negocios desde la celda.


AL FINAL DE LA CARRETERA / JOSÉ ÁNGEL BARRUECO:

Era una noche del verano de 1990 y yo solo tenía 17 años, me faltaban aún unos meses para cumplir 18 tacos y de pronto me encontraba caminando sin compañía por el arcén, al principio me lo tomé a broma, supuse que podría ser una aventura, pero luego advertí que no era cosa de risa, que estaba a demasiada distancia de la tienda de campaña y que todos mis amigos habían conseguido un vehículo para llegar a la meta, a la seguridad y al hueco confortable del saco de dormir.

El camino es la vida de los hombres.

La carretera es el corazón de los países.


L. (1926 - 1971?) / CARMEN BELTRÁN FALCES:

Quizá Mary Garber. Quizá Gary Snyder, que encontró su nota de suicidio. Quizá ser capaz de sobrellevar esa sensación de estar siempre en el filo, de no poder soportar el mundo, de ser ajeno a él, de estar en el margen de los márgenes. Quizá conocerse sin miedo para poder traducirse. No pasa nada. Quizá que acabara la fiesta... first glass broken on patio no problem (...) make a quick getaway. NO PROBLEM. Quizá no olvidar la rabia y no permitir bajo ningún concepto que fuera la tristeza la que la reemplazase. No sé. No importa. Un día escribió una nota.


LAS CENIZAS DE ALLEN GINSBERG / UBERTO STABILE:

Había en todo ello una mezcla de pasión y revelación, una necesidad de interpretar todo lo hasta entonces conocido desde otra mirada. Creo que Jack Kerouac me enseñó a leer de otra manera, a leer con otra conciencia y consistencia. Ya no pude volver a leer la Divina Comedia, El Quijote o Huckleberry Finn, sin descubrir esa tradición romántica, popular, inocente y divertida que Jack nos regaló en On the Road, la novela mecanografiada sobre papel continuo de teletipo, que como él, vagó de editorial en editorial hasta que una tarde de verano de 1977 llegó a mis manos en una vieja edición de la Editorial Losada.


HUELLAS EN EL POLVO / DAVID GONZÁLEZ:

Con Arthur, las drogas: absenta & hachís.
Yo fumé hachís en Charleville, su ciudad natal. En place Ducale, un porro, al volver del viejo molino Rimbaud, donde contemplé con una pena infinita, las escasas pertenencias que tenía consigo en su lecho de muerte, a saber: una maleta & una taza & una cuchara & un tenedor & un cuchillo & un Madras etíope & cuatro libros & y su reloj, un reloj de bolsillo cuyas manecillas habían expirado a la una menos diez.


CABEZA DE GARDENIA / CARMEN CAMACHO:

Antes. Antes de antes. Antes de Tánger. Anterior a mí: allí fue mi carne. Previa al frío, al polvo soy bajo tierra de Málaga, previa a esta nada de nada. Pero anterior, también, mi carne, a la cojera y al miedo en los autobuses, a las marcas en la piel que dejaban los vestidos que me compró mi madre, al destacamento de labios como los de Cherifa o Helvetia o Martha o qué más da, labios de mujeres al filo, de aliento y reproche.

El cuerpo sucedió antes de todo. La carne es plena conciencia.


ON THE (SOVIET) ROAD / MIGUEL SILVESTRE:

El estalinismo ha matado mucho, de acuerdo, pero el anhelo beatnik ha matado peor. Lo ha hecho lentamente, dejando envejecer a los jóvenes hipsters y enfrentándolos al espejo de su fracaso como inconformistas. El beat, o muere joven o muere ridículo. Generaciones enteras de sensibles muchachos se han malogrado soñando con viajes iniciáticos y aventuras en la carretera; la mayoría nunca lo intentó, o como mucho se conformó con un largo fin de semana de fiesta química que no les dejó sino ojeras.


AND OLD LETTER REVISITED / RAÚL GARCÍA:

Y luego han empezado a hablar de la edad, que tenemos una edad y hay que hacer esto y lo otro como si fueran pasos preestablecidos que hay que cumplir antes de la fecha límite, tener una casa con una hipoteca cómoda acogedora y con gusto, y dos coches uno grande y elegante para él y otro pequeño para la ciudad, fácil de aparcar pero bonito. Y el trabajo, el trabajo es importante, pasta, pasta y posición (más dinero), mejor mandar que ser mandado, mucha responsabilidad bien pagada. ¿Y qué hay de los hijos?


GIORNO ELIGE A GINSBERG EN LA NOCHE DE BARCELONA / SERGIO GASPAR:

Sucedió en un libro, como la mayoría de las cosas importantes de mi vida. Yo era un joven universitario y antifranquista, con barba y pipa y gafas de concha, que me creía escritor. Compré -o robé en una librería, no puedo estar seguro, porque por aquellas fechas practicábamos con asiduidad la revolucionaria acción de robarle libros al sistema capitalista y devolvérselos al pueblo, es decir, a nosotros, sus legítimos propietarios - la Antología de la Beat Generation de Marcos Ricardo Barnatán, volumen de tapa dura publicado por Plaza y Janés en los años 70.


CON UNOS TÍOS CUALESQUIERA / SAFRIKA:

¿Sabes cómo conocí a Neal?, menudo tipo, qué descerebrado. Me lo presentó Greg, el chico aquel taaaaan fuerte con el que salí un par de veces, en San Francisco. Me llevó a beber, había mucha gente pero casi no recuerdo nada, iba tan ciega ¿sabes?, ¡taaaaaaaaan ciega! Total, que estuvimos en el Golden Gate Park, me tiró en la hierba me besó un poco y luego me llevó a una casa, bueno, a un cuchitril, una mierda de casa con un agujero por ventana y Neal estaba allí, desnudo, muy guapo eso sí, pero ¡abrió la puerta desnudo!


SARA / NACHO ABAD:

Por otro lado, carecíamos del valor para acercarnos a ella sin más, sin una excusa. Nunca fuimos lo que se dice tipos listos para estas cosas. A otros les bastaba con palabrería, con sonrisas de baratillo y chistes groseros. Para nosotros, acercarnos a las chicaas que nos gustaban era como intentar saltar sin pértiga un obstáculo del tamaño del mundo. Si una chica nos gustaba de verdad, podíamos darnos por perdidos. Y ése era el caso de Sara. ¡Era especialmente el caso de Sara, que tenía dos caderas como catorce ocho miles!


DIOS / DAVID MARDARAS:

Pero lo que estaba percibiendo en primer término -en seguida me di cuenta- era una superficie brillantemente tramada e iluminada por Kerouac, tan iluminada, brillante y superficial que sería finalmente perfecta para la inevitable implosión cósmica que la iba a traspasar en toda su potencia trágica en las últimas páginas de esa novela gótica que es Los vagabundos del Dharma, cuya imagen final, desenlace y clímax es una crucifixión monumental: un hombre crucificado en la cima del pico Desolación,


RUTA 23 /MARIO CRESPO:

Es la una de la madrugada. Por la carretera nacional 122 apenas circulan coches. El Golf rojo avanzaa con las luces interiores encendidas. Sobre la carátula de un compact discx del sello alemán Tresor, una montaña de polvo blanco con olor a manzana. El tiro me golpea el tabique, me ataca el lacrimal y se instala en mi ojo derecho. Noto el amargor en la laringe. Instantes después lo único que puedo sentir es el chorro de palabras que mana de mi garganta, un torrente de voz que evoluciona mi uso habitual del lenguaje.


SUSPENSO / ROXANA POPELKA:

Gracias a Carlos, Mónica conoce a Walcott, a Diane di Prima, a Cassady, a Burroughs, a James Tate.
Ese poema titulado La piedad ascendiendo con la niebla, o ese otro No es el calor tanto como la humedad.
Aunque a veces, más que la poesía norteamericana a Carlos parece que lo que le gusta de verdad es conducir a más de 130 km/h.
Adelantamientos peligrosos, jugando con las líneas continuas de las carreteras secundarias sin asfaltar.


THREE`S CROWD / EDUARDO ALMIÑANA:

Howl se había convertido en un éxito, y todo Nueva York tenía puesta su mirada en un poeta joven, con gafas, algo desaliñado, hasta entonces casi desconocido. Habían salido juntos un tiempo, le conoció a través de un profesor amigo de ambos. Desde el primer momento sintió la conexión, un lazo bíblico, en el que no había creído hasta entonces. "Almas gemelas", pensó. Un tiempo después de aquellas primeras citas, Allen Ginsberg conoció a Peter Orlovsky, y se enamoró de él.


ESCRITO EN LA LEY / OCTAVIO GÓMEZ MILIÁN:

Pablo no puede venir a Logroño, así que llamamos a Luis para que se encargue de las guitarras. Sonamos de maravilla en el local. El tren es como una habitación de óxido para la gente abollada. Me acuerdo de la canción que cantaba Fernando Alfaro con unos chicos de aquí, se llamaba El año que Allen Ginsberg murió. Tengo mercurio en las manos de tanto evitar la fiebre. Siempre vamos de prisa, buscamos el reconocimiento, la paz de las edades de mármol, las viejas historias de las mujeres abrasadas por la belleza.


LOS (C)OLORES DEL MUNDO / ESTELLE TALAVERA BAUDET:

El offbeat bien podría llamarse de cualquier otra forma, y también estaría bien. El offbeat no tiene un solo color en la paleta. Los tiene todos, y repetidos, feos y bonitos, insípidos y chocantes. A veces logra impresionar o ser impresionista, pero otras mezcla todo demasiado y el color mierda puebla el lienzo y nos llevamos la mano a la cabeza: "¿Qué has hecho, descerebrado?". Es tan genuino como el que puede escalar la montaña más alta sin perder los dedos gangrenados, aquel que sabe regresar vivo a casa y dormir a pierna suelta.


ESTAR EN EL MUNDO SIN CONDUCTOR. Apuntes sobre los beats / DAVID MAYOR:

Se olvida en exceso que los beats no necesitaban ir de bohemios o excéntricos para expresar su individualidad. Muy alto el listón todavía pasados sesenta años, pero aún vigente para quien decida abismarse y desatar lazos. Quizá le espere la fortuna. Pero que no se le olvide -el primero que vio el percal fue Kenneth Rexroth- que con los beats el surrealismo épater les bourgeoises empezaba a transmutarse en el amuser les bourgeoises tan característico de nuestros días. La distancia del vagabundo sigue siendo tan grande como lo era entonces,


ELIGIENDO UN CAMINO / PEPE PEREZA:

Con nuestras mochilas preparadas y los sacos de dormir enrollados, J y yo nos echamos a la carretera. Destino, nos daba igual el destino. Lo único que queríamos era vivir aventuras similares a las que habían vivido nuestros héroes literarios. Dinero no llevábamos, lo habíamos invertido en tabaco y hachís. Para alimentarnos cogimos todas las latas de conserva que nuestros padres acumulaban en la despensa. Mientras tuviéramos para fumar la comida era lo de menos. Para leer, J se había llevado En el camino. Yo, La senda del perdedor.


PL (REVOLUTIONARY LETTER # 86) / ALMUDENA VIDORRETA:

El hombre paga el dinero justo y extiende sus dedos ensalivados por el montón de bolsas que probablemente luego me llevaré yo entre las manos. Trato de memorizar la imagen porque no me gustaría tocar su saliva y almaceno las zonas húmedas en mi memoria. He comprado carne, sólo un pequeño paquete, y una botellita de alcohol de 90 grados. Alcohol para limpiar las heridas. Pi. And the wraiths all tell you to cool it but then, that was never your way.
Somos iluminados, tú y yo. Vemos el futuro en el gesto simple y cotidiano de esperar un turno.


DHARMA THIEF / LUCAS RODRÍGUEZ:

El baño de mis tíos está diseñado para mear sentado, una pequeña señal al más puro estilo icono de tráfico te sugería practicar sentado para no salpicar. Estaba diseñado para poder alcanzar de este modo también alguno de los libros que reposaban sobre una pequeña estantería a la altura adecuada en el flanco izquierdo. Nunca hacía caso de los libros que allí aguardaban en la cuasi perpetua oscuridad de aquel mínimo retrete.


JACK, TENEMOS QUE HABLAR / INMA LUNA:

Desde el escaparate, Kerouac se abrazaba a Cassidy, la panda de los beats posando justo delante de la librería, en el lugar donde nosotros nos encontrábamos ahora. Howl, howl, howl por todas partes.
Traté de arrancar el zapato de la angostura en la que había quedado apresado. Fue imposible. Me descalcé y dejé el zapato allí. Mi zapato rojo pisando los versos de Ferlinghetti. Resultaba tópicamente poético. Hice una foto. El suelo estaba helado.
Aquello me pareció una señal. No cuesta nada sentirse importante.

SURIA K. / DIEGO URIZARNA:

Jonás se levanta del asiento trasero de la Kangoo que hace de ambulancia y marca la página de En el camino con una polaroid de su novia, y deja el libro sobre un buzo amarillo y sucio que está arrugado sobre el asiento trasero de la Kangoo, y sucede aquello de Ítaca no es Ítaca versus los atardeceres cruzando Alfajarín a 160 por hora con la ventana abierta, mirando sobre las colinas como camas deshechas la silueta de un toro de Osborne recortando las nubes, el cielo, la luz a medias, las tímidas gotas de agua que empiezan a formarse en la luna delantera en un cementerio de insectos aplastados.


LA PUTA QUE MIRABA A LOS OJOS / ALFONSO XEN RABANAL:

... Pues entre las torturas aprendí que en la guerra lo que matas es una parte de ti... y si no asimilas que estás matando aquello que no integras de ti, si en ti queda algo de conciencia en vida, caminarás siempre sangrante pues esa herida nunca cicatrizará... nunca... por mucho que tu parte racional te engañe, te diga que hiciste lo correcto, por ti, por tu país... unos ideales en los que no crees cuando todo se muestra claro, cuando ves que utilizan el mismo engaño en pervertir a las nuevas generaciones, siempre con el mismo pretexto para el enriquecimiento de los mismos: el miedo...


LOS PATRIOTAS / PABLO CASARES:

Posteriormente se dijo de ellos que eran unos hedonistas que el aburrimiento empujó a una vida disoluta. Tal vez hubiera algo de cierto en esta apreciación, pero es igual de cierto que cuando comenzaron su gran aventura eran unos pioneros que dejaron atrás muchas cosas que jamás recuperarían y forjaron un temperamento que Joe no volvió a ver en nadie. Tal vez acertaron, tal vez no, pero eso no era lo que más importaba.


OASIS PUB 1994 - 1999 / SONIA SAN ROMÁN:

Al Oasis Pub no llegaban las caravanas de mercaderías de especias sino los perros abandonados y los camellos.
Como si el viejo Burroughs moviera los labios de nuestros pensamientos, nos sentíamos los gatos encerrados, los que no podían caminar solos. Para nosotros solo quedaba aquel lugar.
Las botas altas de Susana se alzaban como palmeras en un suelo repleto de cucarachas sin filtro.


LA COMPAÑÍA DE FINANZAS AMISTOSAS. Burroughs/Heart/Beat / ELOY FERNÁNDEZ PORTA:

Las instituciones soñadas. La novela en cuestión contiene el que, a mi entender, es el primer texto donde ya se encuentra, in nuce, el mundo burroughsiano. Debo decir que, por lo general, no soy partidario de hacer esta clase de lecturas retrospectivas, que presuponen que la poética toda de un escritor ya está contenida en algún texto temprano. Creo que esas interpretaciones suelen ser falacias, pues pasan por alto la relevancia de la evolución creativa y todo lo explican a partir de un principio fundamental.


MEMOIRS DE UNA NO BEATNIK / DÉBORAH VUKUSIC:

Escribe. No puedo.

Después de ti sólo he vuelto a hablar para reivindicar las flores transgénicas. La belleza natural de las orquídeas me tira de los pelos, me insulta tanta perfección.
Abro las ventanas para huir ahora que todavía es posible.
Me justifico. Estoy seca. No sé qué contar.


BEATITUD / VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ:

Lisboa: la vida que se hunde y sigue en pie. Recibiendo mensajes subliminales y hablando volados de Chinaski y Mona y Henry. Marineros, artistas, fulanas, sifilíticos y opiómanos, fadistas, poetas, yonquis, carteristas... Beodisea. Y beatitud. O el tiempo que no existe. Y la terapia del camino. Vocación de olvido, inconformismo visceral respecto al mundo. Como entonces, en plena huida, en pleno vuelo, a cientos de kilómetros de casa escribiendo en sudor de ocio y confusión nuestra historia, emborronando por centésima vez las páginas más memorables de nuestras pequeñas vidas.


32 fragmentos de Beatitud, seleccionados por David González.

lunes, 7 de febrero de 2011

Encuentro con Care


Care Santos estuvo en el Parador de Alcalá de Henares, invitada por Ediciones Baladí y La Librería de Javier, y mantuvo con sus lectores una distendida y cercana charla en la que se habló de su último libro, de sus futuros proyectos, de alguna de sus obsesiones como autora y, por supuesto de literatura.
Fue un placer poder contar con una escritora de su talla, tanto creativa como humana.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Care Santos charlará con sus lectores en Alcalá

El sábado 5 de febrero a las 18:00 horas en el Salón Biblioteca del Parador Nacional de Alcalá de Henares la autora Care Santos tendrá un encuentro con sus lectores en el que charlará y leerá textos de su última obra, ¿Qué estás pensando? (Un año en Facebook y otros mundos virtuales). Hablaremos de literatura y también de algunas de las realidades y obsesiones de la autora: los hijos, el desorden, los viajes o la experiencia diaria de la escritura.
Os esperamos a todos.

martes, 11 de enero de 2011

Vídeo Beatitud

http://www.youtube.com/watch?v=BWGXBbixsuM

Beatitud. Visiones de la Beat Generation

Beatitud. Visiones de la Beat Generation es el homenaje que 33 autores de dos generaciones distintas realizan a través de sus textos a una de las más influyentes generaciones de las últimas décadas: la Beat Generation.
Relatos, vivencias, impresiones... Literatura de calidad al servicio de una generación que se convirtió para muchos lectores y escritores en la puerta de entrada a una nueva forma no sólo de leer, sino también de entender el mundo.
Hoy nadie duda de que Kerouac, Borroughs, Ginsberg, Corso o Ferlinghetti son clásicos de la literatura moderna.